Diferentes marcas y empresas invadieron las redes sociales más reconocidas: Facebook, Twitter, Instagram, Pinterest y algunas otras, agrupan un sin fin de ofertas de productos y servicios de lo más variado. Esto, es claramente resultado de los cambios en las formas de vida que te contabamos en nuestra nota sobre aquello que se tituló Cocooning. Así desembarcaron desde emprendimientos hasta grandes multinacionales y esto, que sin duda enriquece y modifica el tradicional proceso de compra venta, eleva y pide una redefinición de los objetivos en términos de marketing y comunicación para las empresas de cualquier tamaño y sección. En esta línea, es importante reconocer que la clave está puesta en la diferenciación a través de la generación de contenidos que logren el engagement en los usuarios de las diferentes plataformas, es decir, lograr sumar interacciones. Que el contenido reciba una aceptable cantidad de likes, retweets, compartir o comentarios, son sin duda alguna, la clave para saber que nuestra marca no está pasando desapercibida. Parece fácil, pero los que día a día ponemos el ojo en los resultados, sabemos que no lo es. La gestión de las redes sociales desde el punto de vista corporativo tiene un montón de elementos, herramientas y propósitos que muchas veces disfrazan la realidad. Creaste la fanpage y/o perfil de tu marca. Genial. ¿Y ahora? ¿Qué hacemos? La gestión corporativa de las redes sociales, es un elemento más que debe ser tenido en cuenta en la estrategia general del área de comunicación y/o marketing y ajustar sus objetivos al objetivo general de la marca o empresa. Para evitar el “estoy en Redes Sociales porque hoy tengo que estar” y para que puedas reconocer los resultados que obtenés a través de una correcta administración de los perfiles y sus contenidos, ese es el primer paso que tenés que plantearte: qué quiero generar. Las opciones son múltiples pero fundamentalmente tenés que reconocer que las redes sociales vinieron a romper con el paradigma de la comunicación corporativa tradicional: de una comunicación masiva y unidireccional, pasamos a una comunicación segmentada, bidireccional y eso significa que tenés que estar preparado para escuchar al cliente. Son muchos los aportes que estos canales pueden brindarte: desde usos que difieren del que te planteaste cuando creaste tu producto o servicio hasta modificaciones que podrías incorporar para sumar valor agregado o por qué no, descubrir nuevos segmentos y/o oportunidades. Ya habiendo planteado estos objetivos, que te recomendamos sean más de uno destinados a diferentes aspectos y que involucren diversas áreas de la empresa, podemos ponernos a pensar en la producción de contenidos, de lo cuál te hablaremos próximamente en otra de nuestros posteos. Una de las prácticas más comunes de las empresas en el Social Media, tiene que ver con pensar el contenido desde los objetivos pero sin advertir las características distintivas de cada red, como así también dejando de lado los intereses que promueven al individuo a pertenecer a esa comunidad. No es lo mismo un usuario de Facebook que uno de Twitter, Instagram o Pinterest: posiblemente estén en varias de ellas, pero desde ya que las actividades que realizan en cada una de estas plataformas son completamente distintas. Entonces ¿Por qué vas a comunicarte con todos por igual? Así llegamos al final de esta entrada, recomendandote que si estás por abrir perfiles corporativos en redes sociales o bien ya tenés algunos pero no alcanzás los resultados esperados, te plantees estos interrogantes que dejamos abiertos y puedas pensar en estas herramientas como nuevos canales de desarrollo para tu negocio.