Dominio, hosting, servidores y un montón de otros términos que seguramente escuchaste alguna vez pero que se hacen aún mucho más recurrentes cuando estás tomando la decisión de armar tu página Web. Por eso, desde Seemple y de la mano de Octavio Pareja, nuestro programador, te vamos a contar de qué hablamos cuando mencionamos cada una de estas partes y su importancia.

Hosting y dominio van de la mano, constituyendo el primer paso básico y obligado, si querés tener una Web, pero no son lo mismo. Cuando hablamos de dominio estamos hablando del nombre que vos, tu marca o tu empresa, van a tener en Internet.

El dominio está constituido por dos partes: el nombre en sí mismo y la extensión. La extensión es lo que generalmente conocemos como “.com” o “.com.ar”, por ejemplo.

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Pero ese “.com” o “.com.ar” al que no solemos prestarle demasiada atención, pueden facilitarte muchos aspectos de tu trabajo.

Las diferentes extensiones ya permiten a nuestro potencial usuario realizar una rápida y primera segmentación desde el momento que cualquier buscador arroja los resultados de su búsqueda. ¿Que extensiones conoces? Hagamos un repaso rápido y vemos que nos dice cada una de ellas: .net: generalmente estas extensiones son utilizadas por empresas o sociedades cuyo fin sea generar comunidad. .gov: extensión utilizada para organismos públicos de gobierno, como por ejemplo, ministerios, secretarías, gobernaciones, municipalidades, etc. .org: nuclea a las organizaciones sin fines de lucro y también, como ya veremos, puede tener adherido una segmentación regional. .com: constituye un tipo de extensión aplicable al sector empresarial. A su vez, este puede incluir una segmentación regional, de acuerdo al alcance de la marca o servicio. Por ejemplo, si tu empresa sólo opera en territorio nacional, te recomendamos que pienses en una extensión “.com.ar”

La definición del dominio tienen similitudes a las que se cualquier asesor en diseño de imagen empresaria pueda darte respecto de tu marca. Es fundamental que sea corto y fácil de recordar, siempre asociado a la marca. Como estrategia, podés pensar en el producto por el cual el mayor número de clientes te recuerda. Es recomendable que puedas armar una lista con varias opciones, ya que puede que el que vos pensaste no esté disponible.

En nuestro país, el ente encargado de administrar los dominios de extensión “.ar” es NIC Argentina, que depende de la Dirección Nacional de Registros de Dominios en Internet, y te ofrece el servicio de poder verificar, que ese “nombre” para tu Web, esté disponible para operar.

Bien, ahora si. Ya definiste como se va a llamar tu empresa en Internet. Registraste ese nombre pero cuando entras a tu “www.” resulta que la página no aparece. Y la página no aparece porque nos falta el servicio que nos brinda el hosting. El hosting (del inglés, hospedaje) es a donde se “guarda” todo eso que querés que aparezca en tu Web. Salvando las diferencias obvias, tiene una funcionalidad similar a la que le damos, por ejemplo, a un USB: cuando querés trasladar archivos, los subís ahí y te los llevás.

De esta manera, es fundamental que a la hora de empezar a pensar en tu Web, definas junto con el equipo de trabajo que vaya a desarrollarla. Si tenés dudas, consultas o querés emprender un camino hacia tu página, contá con nosotros.